miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Zurdos por derecha?


Pese a lo competitivo que es el fútbol en la actualidad todavía existen ciertos cupos con vacantes limitadas. Para poder alcanzar estos puestos ha de cumplirse unos requisitos que no sólo constan del esfuerzo sobrenatural sino de la propia genética que cada uno posee.

Según estadísticas, aproximadamente sólo un 13% de la población es zurda. Esta particularidad también por lógica se hace presente en el mundo del fútbol, y es por ello que las posiciones en el campo para este lado son más restringidas.

Desafiando estadísticas y luchando en demarcaciones donde la demanda es mayor, existen ciertos jugadores que pese a nacer con facilidad en este lado se encuentran más cómodos en el lado contrario.

Lo lógico por el poco cupo de zurdos es que los propios diestros desempeñen labores en el lado alterno a su mayor capacidad sin en la mayoría de casos brindar un total rendimiento posible.

Veamos por que existen ciertos casos de zurdos que prefieren jugar por derecha. Diferentes razones y planteamientos hacen válida esta opción de acuerdo con el criterio de cada entrenador y el gusto del propio jugador.

Como máxima refutación para este caso se puede citar la generación del mejor gol de la historia, el de Maradona contra los ingleses en 1986 tras llevarse medio equipo. Su versión actualizada con Leo Messi de protagonista también es causada por el juego del pequeño zurdo por la banda alterna. El ‘Pelusa’ no sólo jugaba por derecha, se recorría toda la cancha e incluso llegaba a defender. El del Barcelona, más cercano a mi época, prefiere esta banda para armar la diagonal y poder encarar mejor a los defensas. Debido a su técnica no existen problemas para la consecución de su objetivo.

El tridente ofensivo del Barcelona obligó a Rijkaard a disponer a la ‘Pulga’ en esta posición para dejar a Ronaldinho por derecha y Eto`o en el centro. La cuota goleadora de Messi no disminuía y el conjunto blaugrana se llevó su segunda Copa de Europa.

Otro caso notorio es el del holandés Robin Van Persie. El extremo del Arsenal, zurdo él, también prefiere el lado contrario para acomodar sus potentes disparos. Su versatilidad tampoco impide que destaque por el lado izquierdo o en posiciones más ofensivas.

En el fútbol peruano también podemos encontrar diversos ejemplos. En Universitario con Gareca y su famoso y efectivo 3-5-2 dispuso más por necesidad la utilización de Julio Landauri por la banda derecha pese a ser zurdo. El ex volante de Sport Boys se ha acomodado cuando le toca ingresar reemplazando al diestro Miguel Torres. Este caso es peculiar debido a que las funciones de Landauri no son tan cercanas al arco contrario si no más bien de carrillero que alterna las dos funciones. Le costó adaptarse al puesto ya que al principio sufría para volver y se trababa a la hora de encarar. Por las ganas que predispone el moreno centrocampista y su velocidad, el equipo funciona, pero tampoco expone el 100% de su técnica al estar ocupada su banda natural.

En el equipo rival también encontramos a un zurdo por derecha. El venezolano Ricardo David Páez también gusta de ir por esta banda. Pese a que es sabido que también encara por el centro, utiliza la banda derecha la utiliza para avanzar y hacer efectivo su buen remate de distancia –el gol que anotó contra Melgar, su primer tanto en el fútbol peruano, es un claro ejemplo de esto-.

Considero que la funcionalidad de un jugador zurdo ayuda a alternar en ambas bandas. Es válido que se base en su capacidad para encarar, hacer la diagonal y sorprender con el disparo de media distancia. En varios casos este uso nace por necesidad ante la ausencia de recursos y ayuda a mejorar la ofensiva del equipo en puestos avanzados. En el caso del defensa carrilero que se proyecta por las bandas puede ser una alternativa interesante para atacar más aunque es menos considerada. La muestra insignia de estos casos sucede en los tridentes ofensivos. ‘Chemo’ Del Solar también conoce este caso y utilizó a Mendoza y Farfán en bandas alternas contra Ecuador. El resultado no fue el deseado.