Hace ya un tiempo que en el fútbol peruano se conoce un dicho que caracteriza cierto momento del partido. Roberto ‘Titín’ Drago impuso su propia regla referente a la posterioridad del la consecución de un gol. El comentarista crea un espacio virtual de seis minutos en el que el mismo equipo o el rival aprovecha para marcar un segundo gol.
A PRIORI
Un caso sucede por que el propio equipo que marcó el gol inicial, se aprovecha del renegón rival y golpea de nuevo antes de los 360 segundos.
SEIS MINUTOS DE POLÉMICA
Toda esta explicación de conocimientos consituye la regla en teoría, pero el debate viene a colación que de cuánto de correlato tiene en la propia práctica; si solo es una distinción del ex jugador o una regla que puede confirmarse en el acontecer futbolístico nacional como precaución en los minutos posteriores que se marca un gol.
- La totalidad de intervalos es de 213 durante 100 partidos evaluables
- De esos 213 intervalos, solo 40 son lapsos de seis minutos o menos, lo que equivale a decir que la regla se ha cumplido en un discreto 18.8 % de los casos posibles
- Si se proclama la regla con cinco minutos, el monto se reduciría a 34 intervalos y el porcentaje arrojaría un 16.0%.
- En cambio, si la regla aumentara a siete minutos, la cifra crecería a 42 intervalos y se alcanzaría un porcentaje de 19.7%
A POSTERIORI
Dados los resultados de la breve investigación, se puede comprobar que la ley depara muchos vacíos. El porcentaje resultante es bajo y una instauración como regla se extendería a que si después de estos seis minutos no se marca un gol, la consecución de un nuevo tanto se limitaría, lo cual evidentemente no ocurre.
Usted, amigo lector, habrá tardado seguramente menos de 360 segundos en leer este post. ¿Tiempo suficiente para marcar un segundo gol? No siempre. Seguramente esta regla ha podido llegar a ser muy comentada por su curiosidad, pero lamentablemente lo más seguro es que prescriba en un futuro en el que solo reglas bien fundamentadas perdurarán en el ambiente futbolístico.